lunes, 28 de marzo de 2011

Reaparecí con vida (30.000 compañeros no tuvieron esa suerte)

Decidí retomar este espacio en una fecha muy cara para todos los argentinos. Por eso, como todos los años, decidí darme una vuelta por la Plaza de Mayo

Así que agarré un auto de Los Intocables que andaba dando vueltas por ahí dispuesto a llegar al objetivo. No llegué. No pasé mucho más allá de Diagonal Sur y Belgrano. Pero como soy tozudo me mandé a gamba. No cambió mucho la cosa. Empujando un poco me ubiqué cerca de la boca del subte de Bolívar, a un costado del Cabildo. Desde allí pude divisar la entrada de algunas columnas que acompañaban al Encuentro Memoria Verdad y Justicia. Muchas banderas rojas y forzados cánticos contra el Gobierno, equiparándolo, casi, con los represores. Primero me dio bronca, pero después pensé que cada uno debe expresarse como quiere; a mi entender, los partidos trotskistas y otros opositores interpretan mal el actual momento de la política argentina, y eso los hace equivocarse en las tácticas. Pero es una discusión aburrida, lo importante es que los muchachos fueron y dijeron lo suyo. Pegaditos aparecieron las agrupaciones "oficialistas", con ciertas imágenes simpáticas, como el colectivo celeste y blanco, que en su techo tenía tallados a Kirchner, a Cristina, Chávez, Evo, Fidel y tutti cuanti.

Pero más allá de la tozudez de la izquierda y el pintoresquismo de los oficialistas, lo realmente llamativo y simpático, que se robó las miradas de todos los "independientes" que por allí circulábamos (vale decir, la mayoría de la gente que fue a la plaza a la cual no llegó porque allí sólo entraban los que estaban organizados en los diferentes aparatos partidarios). La gente de La Poderosa se esmeró, causó efecto y puso sobre el tapete la discusión sobre la complicidad civil con la dictadura militar. Tengo mis dudas sobre esta política, pues si de complicidad se trata, muchos no nos robamos Papel Prensa pero no teníamos idea, simplemente ignorábamos lo que pasaba, una forma de complicidad también aunque leve. En fin, otra discusión para encarar cuando se me cante el orto algún día.


De todas formas, de todos estos muñecos escrachados por los afiches de La Poderosa yo sacaría sólo a la muy turra de Magdalena Ruiz Guiñazú y tal vez al recontra turro de Mauro Viale; el resto creo que efectivamente fue cómplice directo de la dictadura, facilitándoles desde sus medios y sus programas el despliegue del aparato de propaganda de los milicos. Con estas imágenes quiero retomar el contacto con este espacio que tenía abandonado. Si les cabe, bien; y si no, chúpenme un huevo.