domingo, 16 de diciembre de 2007

Como Kamchatka

El sábado a la noche estuve en un club de barrio de la provincia de Buenos Aires. Uno de mis hijos va a la escuelita de fútbol de ahí. Era un reparto de premios. Pero lo lindo del caso es que el premio lo recibían todos los chicos, una copa y un trofeo para cada jugador del club, haya competido o no, esté federado o no. Un club ubicado en un terreno que no se sabe de quién es. Un club en el que los directores técnicos no cobra y trabajan con los pibes con la sola esperanza de que el sistema perverso del deporte no se los devore sin haber visto más puro del fútbol. Un club en el que se privilegia el juego por sobre el resultado, un club en el que se privilegia que todos juegan por sobre el interés de ganar. Un club en el que uno de los directores técnicos trajo a médicos cubanos que revisaron a 106 personas de la zona, y varias fueron operadas, gratuitamente, en Cuba y Bolivia, de cataratas. El sábado a la noche, ciento y pico de personas fuimos con nuestros táper, con nuestras empanadas, no faltó quien se llevó el pollo con la ensalada rusa, cubiertos y todo. Pagamos 4 mangos la entrada, nos sentamos, compramos una gaseosa y compartimos un momento como si todos fuéramos felices y no tuviéramos problemas. Ese momento se pareció mucho a un país que alguna vez existió en esta misma zona, ubicado casi en este mismo lugar. Los pibes salieron a la calle a tirar cuetes como si no existiera el peligro de que alguien los atropelle o los afane, o los secuestre. Adentro, en la cancha, bajo el frío, los padres que vivimos en la misma cuadra, a tres casas de distancia, nos dábamos cuenta de que nunca nos habíamos saludado. Hubo baile y hasta show. Me emocionó saber que mi hijo perteneció a un lugar puro, donde la plata no existe y más bien escasea. Un lugar en el que donás una torta para comer entre todos y te piden permiso para rifarla "porque así sacamos más plata". Y vos decís que sí porque sabés que la plata se va a gastar en algo tan necesario como detergente, o jabón para lavar las camisetas. Mi hijo mañana va a conocer toda la mierda que puede generar este mundo. Pero sabe, como lo sé yo, que hay un lugar donde siempre podemos resistir, como en Kamchatka. Un lugar donde ya estuvimos y podemos volver a estar. Perdonen que no putee, pero esta vez no tengo motivos.

22 comentarios:

Jorge dijo...

qué bueno lo de los médicos cubanos y la medicina gratarola!
...lástima que todo ese "servicio" lo paga el hambre del pueblo cubano...

Anónimo dijo...

¡Pero este Lorenzo de Losada es el rey de los pelotudos!

Anónimo dijo...

Peralta !
es hermoso lo que escribió. La descripción es tan precisa que por un momento sentí que yo también había estado sentada ahi, comiendo una empanada.
Y es que en realidad yo estuve en lugares asi alguna vez, y después tuve la "suerte" de sentarme en algunas mesa donde el cubierto costaba $ 1000 o más.
Me hizo llorar Peralta, porque me encantaría volver a ese pasado que usted dice vivió hace tan poco. Ojalá encuentre el lugar para volver y disfrutar de ese ambiente otra vez...

Aguilucho dijo...

me emocionó Peralta. gracias

Anónimo dijo...

¿Sabrá el Lorenzo éste que sus boludeces pseudodemocráticas las puede decir gracias al hambre de pibes en Tucumán, Salta o los que viven al costado de la vía del Ferrocarril San Martín? ¿Sabrá que esta democracia burguesa tiene un precio muy caro, y que él gustasamente lo paga con el hambre de de estos pibes?
¿Sabrá también que el pueblo cubano sufre de muchas cosas pero no de hambre, ni de salud (salvo que interprete como hambre no poder comerse un Big Mac)?
Sinceramente no creo que lo sepa, ni siquiera que le interese. Por favor Lorenzito andá a opinar al blog de Etchecopar que el putea para tu lado, los cubanos no necesitan de tu interés.

Jorge dijo...

anónimo.

los cuentos sobre la saciedad de los estómagos cubanos y la salud de los habitantes de la isla te los creerás vos.

conozco gente que ha tenido que HUIR de ese régimen. sé que no te dejan salir sin una autorización de un burócrata. que un pasaporte vale lo que cobrás de sueldo en varios años.que miles de personas se han escapado NADANDO del paraíso que tanto adorás.

justifican ahora a Cuba como antes lo hacían con Alemania Oriental o la misma URSS.

por otro lado.
el hambre de los tucumanos o salteños no es mi responsabilidad. no me siento culpable por sus desdichas. ni vos te sientas culpable. mejor será que sepan elegir mejores gobernantes algún día. por lo menos tienen la oportunidad. no como los cubanos, que no la tienen. y, para peor, desde muchos lugares del mundo capitalista se defiende al tirano de Castro a pesar de que a nadie, por suerte, se le ocurre aplicar sus recetas en sus respectivos países.

Anónimo dijo...

Jorge, acabás de decir tantas boludeces que no alcanza ni una vida entera para que entiendas, al menos, dos o tres cosas más que "al menor pueden elegir", "tienen los gobernantes que se merecen". No sé como no aplicaste el "son todos vagos, no quieren laburar".

Yo no justifico a Cuba, ojalá una isla en medio del mundo no fuera necesaria. Ojalá pudiera ser este un mundo de abundancia distribuída y no uno en el que sólo se reparten las carencias. La creencia de que el hambre de algunos no es tu responsabilidad es lo que te vende este sistema. Un modelo de exclusión que permite limpiar la culpa siendo un ciudadano modelo. Un ser que se jacta de sus valores democrático liberales, pero que no se da cuenta de que la única libertad que defiende es la que comienza a partir de la falta de libertad de otros. ¿Vos te pensás que el excluido es libre de elegir?
Yo soy el primer defensor de las libertades, pero no podés acotar tu defensa a una libertad mediocre que se ciña sólo a la posibilidad de expresarse, de votar y de moverte. Y entonces los represores son malos, los censores más, y los piqueteros ni hablar!

Claro!, cómo no veo yo que los cubanos se quieren ir al re carajo y están todos ofuscados, enojados, subyugados, mortalmente oprimidos y desnutridos. Cómo no ver que están insalubremente maniatados. Ha de ser verdad que prefieren ver una página porno en la web antes que recibir una atención sanitaria en forma gratuita, universal.

Muchas de las falencias de esa isla, sobre todo las que suelen criticarse con facilidad, son producto de su intrínseca condición de isla. De apartado del mundo. De bloqueos eternos. De una lucha tenaz por la permanencia, por la convicción de que, amén de las limitaciones, es mejor poco que nada. Y entonces ese poco, que ojalá fuera mucho y para todos, que ojalá fuese modernidad, lujo y abundancia universal, es visto como una sujeción y una limitación.

Pero los tipos que no comen acá seguramente son libres y, votando mejor y poniéndole ganas a la vida y al laburo, han de salir adelante. Y todo gracias al bendito sistema de las mil posibilidades. De la libertad de ser y decir. Una inmensa y hermosa falacia que oculta las responsabilidades directas que la condición material de unos tiene sobre la de los otros. Cuba molesta porque es la realidad que el sistema intenta negar en forma constante. Porque encima, y dada su condición de inferioridad y extrema pobreza, resalta aún más las diferencias materiales que en el mundo entero se plasman merced al paraíso de los capitales.

Que Gloria Estefan se queje de la falta de libertad es fácil. La mina la junta en pala afuera. Pero quiero ver a millones de balseros intentando subsistir en la áfrica subsahariana o en el noroeste argentino. Quiero verlos creyéndose libres y sujetos a la peor de las ataduras. A la de la democracia burguesa que los obliga a ser responsables de su propia miseria, pero sin siquiera otorgarles la garantía de la educación, la salud y la comida. Ahí los que la zafen, seguro van a ser detractores de toda la opresión sufrida. Pero los otros, la mayoría de este bendito mundo capitalista, no se van a contentar con la pelotudez de que "al menos puedo elegir". Con la democracia burguesa no se come, no se cura y no se educa. Si queremos libertades, empecemos por sacarnos ciertas cadenas axiomáticas que nos legaron.

Jorge dijo...

lo mejor para los cubanos sería poder elegir. elegir a los gobernantes, elegir lo que quieren decir y elegir donde quieren vivir. todos esos derechos están cancelados en la isla. la excusa de la comida, salud y educación son solo eso, excusas, porque no gozan de ninguno de los 3.

De todas formas, supongamos sí tuvieran educacion, salud y comida. Qué preferís, vivir en una jaula dorada o tener la libertad de correr riesgos y elegir el camino que querés dar a tu vida? La vida en libertad tiene sur riesgos, pero la prefiero. En tu caso parece que no.

El mundo está inundado de ejemplos mejores que el de Cuba. Mirá un poco hacia Europa, Estados Unidos, Asia. No son ricos desde siempre. Analizá un poco por qué están donde está. Planteate el desafío de hacer un país como aquellos, no como el conformismo mediocre de la casta que gobierna la isla - cárcel.

El Crimen no Paga dijo...

Blandito!

Anónimo dijo...

Criminal, blandito tenés el porongo. El duro lo tenés por atrás.
Jorge y Anónimo, gracias por el debate. Estoy con anónimo, aunque con diferencias, pues soy muy crítico del régimen cubano. Por mí, Castro se puede ir bien a la reputa madre que lo parió

Alejandro Wall dijo...

Qué cagada que un post tan bueno como este termine en un debate sobre Cuba. Pero no me voy a prender -y en esa tampoco Peralta, porque sé lo que pensaste.
Escuchame, eso que escribiste es brillante. De esos lugares hay montones y existe porque hay mucha gente que no entró en la podredumbre capitalista.
Genial Peralta.

Anónimo dijo...

peralta: la mayoría de la gente es así, como la describiste. ocurre que uno se va de la realidad hacia otras realidades microurbanas, competidoras, con malas intenciones permanentes.
Genial y bello el post.

Anónimo dijo...

No, gracia a vó, Peralta.

Y con respecto a Fidel...¿no se fue ya?

El régimen cubano tiene el problema inherente a cualquier régimen. Ojalá -y a veces me pongo estúpidamente utópico- no hicieran falta regímenes para vivir humanamente sin fagocitarnos.

Jorge, todos esos que citás como ejemplos son países que viven a costa de otros. Porque el sistema capitalista se basa en la explotación de unos por otros. Puede ser más ó menos humana. Con un millón de monedas invertidas en posmodernas áreas de recursos humanos incluso, pero no deja de ser el sistema de las opresiones, y no el de las libertades. Donde vos ves la posibilidad del riesgo y la libertad, yo veo la sujeción sin posibilidades de muchísimos millones. Es una cuestión de afinar la mira, para poder ver más allá del propio huerto.

Volviendo al poeta contemporáneo Wall: "eso que escribiste es brillante". Es así Peralta, es así aunque nos empeñemos en arruinarte el momento.

Abrazo
Toro

Anónimo dijo...

Peralta: el país que usted busca todavía existe. Todo lo que describe como extraordinario, en el Km. 998 son cosas cotidianas.

Anónimo dijo...

Peralta, sos de cuarta. Sos el equivalente progre a las películas reaccionarias de los 70 de Palito Ortega con Sandrini. Aquellas eran una exaltación pelotuda a la familia y la tradición y el rioba, y esto es una exaltación simplona, ramplona y pamplona del socialismo, la idea de comunidad pura y el rioba. Dejáte de joder... Además esa cosa de dinero=corrupción es tan primitivo que echa por tierra ciertas ideas piolas que hayas puesto en el blog anteriormente... Lamentable...

Anónimo dijo...

Grosso...Carlos Grosso debés ser vos. Que pelotudo!

Anónimo dijo...

Peralta sos un blando de mierda. Dejate de joder con esas mariconeadas. Y aguante el futbol infanil en el que se pagaban codazos y los padres terminaban a las piñas. Mierda de trofeos para todos.

Anónimo dijo...

No, master, vos sos muy pesado. Yo con vos por mi barrio no me junto, nos pegan un cuetazo a los dos minutos. Dejá

Anónimo dijo...

Hola Peralta, soy el primer anónimo, me alegra coincidir con usted, pero me veo en la necesidad de aclarar que no intentaba defender a la lacra de la burocracia cubana, sólo intentaba resaltar algunas de las conquistas del pueblo cubano con su revolución.
En cuanto a su comentario, aquellos que hoy empezamos a peinar canas tenemos este tipo de recuerdos, son imágenes muy comunes en los hoy cuarentones, aunque no desaparecidas. Ya lo dijo alguien en este blog, alejémonos unos cien kilómetros y seguiremos viendo muchas de estas manifestaciones.
Creo que estas formas de manifestarse socialmente sólo han desaparecido en las grandes ciudades, pero no soy yo alguien autorizado para hablar de estos procesos sociológicos. Lo que sí creo firmemente es que ese estilo de vida fue derrotado, como otras tantas manifestaciones culturales, y además creo que nunca más servirán como herramientas para futuros procesos de cambios sociales, necesariamente tendremos que echar mano a nuestra imaginación para crear nuevas formas de socializarnos que sean más fuertes y que también puedan satisfacer necesidades cotidianas (¿se entiende que estoy hablando de la familia?).
Como verá no es muy optimista mi análisis, pero bueno es el humilde pensamiento de un cuarentón nostálgico.

Anónimo dijo...

Gracias primer anónimo, me gusta su análisis. Es cierto que el club de barrio, por sí mismo, no puede transformarse en herramienta de cambio; pero el post apunta a que es un refugio, nada más ni nada menos que eso. Saludos

Anónimo dijo...

Peralta: disculpe la tardanza en llegar... ¿Se refiere usted al Pampero? Según la respuesta sea sí o no, tengo novedades para usted, acaso ingratas...

Anónimo dijo...

No, amigo vecino, hasta donde sé el club no se llama Pampero. Igual, este lugar también está pendiendo de un hilo, es sabido que las cosas buenas se terminan pronto, tanto para el Pampero como para este club del que le hablo. Saludos