miércoles, 15 de julio de 2009

Campaña sobre ruedas


Gaby es católica, moralista y bien intencionada. Sobre sus cuatro ruedas nos vende su honestidad y su gracia. También algo de su belleza y sensualidad, que las tiene. Esa imagen (bancada seguramente por algún banquero) es la que la llevó a cogobernar el Gobierno de la Ciudad y la llevó también a convertirse en la mejor espada de Macri para ocultar sus miserias. Ya sabemos que el ex presidente de Boca no resiste ni medio segundo de archivo. Ella lo humaniza, dicen. Pero resulta que las buenas intenciones de Gaby se desvanecen cuando sale a rodar la calle. Así es que en plena campaña electoral la sorprendieron con un par de deslices que mostraron a la verdadera Gaby, la que muchos no conocen y los asesores de imagen intentan esconder.

1) Fue a un programa de televisión, con preguntas previamente pactadas y demás; pero como no le avisaron que iba a debatir con Heller, la chica se puso como loca y puteó desde los conductores hasta los productores, pasando por su propia gente de prensa, quienes no avisaron que ella no debate con nadie, que ella sólo va y dice lo que le escribió antes algún hijo de puta por unos buenos mangos. Que ella, pobrecita, no está en condiciones de discutir política ni con Silvia Suller.

2) Nuevamente desprevenida, y en plena campaña electoral, a Gaby le pactaron una visita a un colegio de niños con capacidades especiales. Con tanta mala suerte para la ex vicejefa que la directora de la escuelita también andaba en silla de ruedas. Los niñitos, huérfanos de todo freno inhibitorio, atacaron a la pobre Gaby: "Por qué vos andás en rueditas que tienen motor y nosotros a la dire nuestra la tenemos que empujar??" ¿A quién habrá puteado Gaby por lo inoportuno de hacer campaña electoral con unos niñitos que no pueden callar en un colegio cuya directora padecía en silla de ruedas, igual que Gaby, pero muy lejos económicamente de poder acceder a una silla que sale un fangote?

Al final, por una cosa o por otra, siempre terminan perdiendo los discapacitados. Encima en esta foto (que dedico a ese glorioso blog de Memorex Vital, que si la quiere robar acá la tiene, total no es mía) está tan grasa, pobrecita, ella tan cheta. Abajo les dejo una jodita que le hicieron los muchachos siempre tan afectos a joder con los demás.

1 comentario:

Ajenjo dijo...

El marketing arruinó las pocas cosas buenas que tenia la política, que eran la discusión y el debate, y nos dejó esperpentos como la Michetti, que con su sonrisita simpática y su cara de pobrecita, mujer sufrida, explica y justifica como el gob de la ciudad manda matones a golpear cartoneros.