lunes, 20 de septiembre de 2010

Enfermos


Me están hinchando los huevos todos estos tipos, como los de 6-7-8, que salen horrorizados a denunciar las bajezas que escribieron personajes tales como Joaquín Morales Solá, Carlos Pagni y Eduardo van der Kooy. ¿Qué esperaban? ¿Que vayan a visitar a Kirchner al sanatorio y le lleven flores a Cristina? ¿Cuántas veces hemos jodido con la salud ajena? ¿O acaso nadie le deseó la muerte a Videla, Astiz, Camps, etcétera? Conozco gente que brindó cuando se murió helicopterizado Carlitos Menem Jr. Entonces, no jodamos, mirá si Morales Solá –cómplice de la dictadura– se va a hacer problema por desearle la muerte a Kirchner. Ese tipo no tiene dramas de ninguna naturaleza. Así que, muchachos, basta de hipocresía y deseemos el mal a toda la gente que odiamos, para eso está el mundo. Para buenos están los curas católicos, que de tan bonachones cada tanto agrandan alguna arandela de carne. Porque al fin de cuentas, enfermos, lo que se dice enfermos, estamos todos.

domingo, 5 de septiembre de 2010

El escritor fantasma


Este fin de semana se me dio por ver un thriller político. Una vuelta a los filmes de Roman Polanski después de mucho tiempo. No es un director que siga particularmente, y lo poco que he visto, no me ha gustado nada. Pero le di una chance a esta película, había alguna buena crítica y, en fin, me entretuvo un rato más que largo. Un poquito larga la película para ver al amigo Jamebond hacer siempre lo mismo. Lindo tipo pero es peor actor que Riki Maravilla. Ewan McGregor cumple, está bien. En definitiva, la película está bien llevada, al viejo estilo del maestro Hitchcok, pero le faltan cinco para el peso, se queda a mitad de camino el amigo Polanski. Bue, párrafo aparte para el verdadero motivo del post: Kim Catrall. Qué-buena-que-estáaaaaaaaaaaaaaa. Definitivamente la veterana está para partirla en quinientas piezas. Pero (siempre hay un pero) que-mal-actúaaaaaaaaaaaaaa. Qué reverenda hija de puta!!! Hacia el final de la película, tiene que hacer una escena en la cual se acuerda de su amante muerto y tiene que llorar. No se lo cree ni ella. Sólo atina a arrugar la cara. Menos mal que en la escena llueve, entonces ella aparece un poco mojada. Qué pedazo de bodoque, por Dios. Yo creo que podría haber hecho el mismo papel sin hablar. Mal Polanski. Yo le habría dado el mismo papel, con un poquito más de primeros planos al culo y las tetas, y una encamada con Jamebond; con eso bastaba, sin hablar una palabra. Pero la hicieron actuar y la cagaron, pobre Catrall. O sea: la única actriz de Sex and the City terminó siendo la flaca esa que no vale una escupida, cómo se llama? Bue, no importa, no calienta ni a un preso. En fin, con esto vuelvo a la crítica cinematográfica, claramente mi fuerte. Hasta más ver