miércoles, 8 de abril de 2009

Surprise!!

Analía entró, se sacó las zapatillas, las medias y el pantalón. Se tiró en la cama, exhausta. El día había sido largo. "El trabajo y el estudio son incompatibles", pensó. Se lamentó de no vivir en una sociedad más igualitaria, en la que los jóvenes se dediquen a estudiar, los adultos a trabajar y los viejos a viajar. Pero claro, eso acá no. Para vivir hay que pelarse el culo. Entrecerró los ojos, volteó la cabeza y vio la PC. Bue, no todo está tan mal, tengo la computadora en mi pieza, después de mucho bregar por ella. Los padres accedieron a prestarle el dinero que ella devolvería con su trabajo. Relajarse está bien, pensó, pero qué mejor que chatear-chusmear un poco con los amigos. Por algún extraño motivo eligió para entrar al msn una de sus direcciones "ocultas", esa q pocos conocen. Mientras escuchaba música, decidió que, viernes a la tarde, y como preludio de una noche divertida, lo mejor era pasarla bien. Se conectó con El Príncipe. Ya había tenido un par de charlas, compartían gustos y tenían casi la misma edad. La charla se extendió por dos horas, nunca habían chateado tanto, se contaron todo lo q se le puede contar a una pantalla con letras. Es decir, nada de nombres reales, ni barrio, ni menciones a colegios, universidades ni nada. Aun así, la charla fue adquiriendo cierta intimidad, más bien bastante intimidad. Casi sin darse cuenta Analía estaba tocándose mientras El Príncipe decía alguna que otra grosería muy medida, lo suficiente como para que a Analía la estallara el bocho. Se imaginaba del otro lado al Príncipe, con su miembro grueso en la mano, subiendo y bajando frenéticamente mientras ella, mucho más lanzada, le relataba palabra por palabra cómo le gustaba que se lo hicieran. Nunca había llegado por chat a ese extremo, pero El Prínciple la fue llevando bien. Después de acabar, según le confesó y después de preguntar si ella también había terminado, El Príncipe le propuso verse. Analía dudó. Le dijo que le iba a contestar otro día. El Príncipel le dijo que esperaría, mientras tanto, impaciente. A los pocos días Analía entró de nuevo al chat, buscó rápidamente al Príncipe con la idea de decirle que sí, que se verían para ver qué onda. El Príncipe, ni lerdo ni perezoso, había subido una foto. Analía se puso primero blanca, después roja, luego palideció. Alcanzó a leer el primer mensaje del Príncipe: "hola princesa!! al fin apareciste, te estaba esperando". Luego cortó. Analía vio en esa foto a su primo Edgardo, el hijo de su tía Eva. Se conocían desde chicos, habían llegado a intercambiar algún beso furtivo, la adolescencia trajo otros amigos y la separación de la familia. Pero cada tanto lo veía a Edgardo, en fiestas y reuniones familiares. Ya no tenían tanto feeling, pero la pasaban bien cada vez que se encontraban. Analía sintió mucha vergüenza y solamente se animó a contárselo a una amiga que, fiel a su género, también me lo contó a mí. Y yo, fiel a mí mismo, lo reproduzco acá. Analía no chateó más con El Príncipe y evita las reuniones familiares. Eso sí, cada tanto le dedica alguna a su primo Edgardo, ahora que sabe que la tiene gruesa.

4 comentarios:

Encuestapoco dijo...

Perdón, Peralta, antes de leer el post le quería mostrar lo siguiente para que esté alerta. Creo que se refieren a usted: http://encuestapoco.blogspot.com/2009/04/es-para-insultarlos.html

Peralta dijo...

Y bue... será cuestión de cuidar el vocabulario... ahora resulta que ni putear tranquilos podemos. Y los hijos de puta que votaron a favor? en qué país viven? de qué frasco de mierda se escaparon?

Jorgeluis dijo...

La puteada en sí misma resulta eficaz en determinados momentos, incluso, tal vez, más escasos de lo imaginado. La puteada constante pierde efecto. Y putear por putear es síntoma de pobreza espiritual y cultura. Pobre hombre, casi un cincuentón y todavía en la adolescencia...

sol dijo...

Muy bueno Jorgeluis, parece que lo conoce bien a Peralta!!!
y bue Peralta si usted se decide a cerrar esta etapa...
Lo acompaño yo también estoy cerrando una etapa...
No hay nada mejor que irse de donde uno no se siente a gusto...
gracias por sus reflexiones y aportes de estos años!!!