Toca madera

Mi amigo Ulises Dumond, de El Club del Fernet, posteó el otro día con esta nena que llora madera y que yahoo difundió al mundo entero. Se me ocurrió que los genetistas podrían hacer un gran aporte si buscan de dónde garcha salió el gen que hace que la nena llore madera. De poder insertarse este gen a todos los niños por nacer, se acabaría con la crisis energética. Volveríamos a cocinar con leña con sólo llorar un poco. En los velorios, por ejemplo, habría que ir con carretillas para llevarnos las lágrimas que lloramos. No le vamos a dejar todo a la familia. Es más, en el caso de muertos pobres, le lloramos un par de horas y le construimos el cajón mientras al tipo lo viste la familia. Si no tenés donde sentarte, rojo de furia y con lágrimas en los ojos, te vas armando un banquito. Te sentás y, muy emocionado, lagrimeás. Ahí mismo te armás una mesa. Tiene sus contras, claro. El cuento Pinocho, sin ir más lejos, carecería totalmente de sentido. De todas formas, yo creo que a esta nenita ya mismo hay que destriparla para estudiarla y hacer un bien a la humanidad.