Dolores

No voy a ser yo, en este foro, quien defienda a los enemigos públicos declarados de los argentinos: los colectiveros. Como peatón y automovilista, sufro a diario la desconsideración de estos grandes hijos de puta en que se han transformado los trabajadores del transporte público. Los de larga distancia parecen como de una élite, siempre de uniforme, peinaditos, buena presencia, estos turritos cada tanto se mandan alguna cagada y dejan culo al norte a un montón de gente, como pasó el domingo en Dolores. Ahora bien, mucha gente entre la que me incluyo somos explotados de diversas maneras, por lo general mal remunerados, maltratados, etcétera. No por eso nos dedicamos a cagarle la vida a medio mundo, no nos pasamos la vida cruzando semáforos en rojo, no pisamos gente adrede, no tiramos ciclistas contra la vereda, no encerramos taxistas sólo porque la tenemos más grande; en fin, sobrevivimos como podemos, y muchos de nosotros tratamos de no joderle la vida a nadie. Estos guachitos, porque son explotados –dicen, como si el resto de los argentinos viviéramos en el socialismo–, se la pasan haciendo cagados, pedazos de putos mal cogidos, soretes. Pero, bue, vamos a darle la derecha y vamos a aceptar que no pueden rebelarse, porque son reprimidos, porque pierden plata, por lo que fuera. El gobierno, entonces, tan preocupado como dice estar por el problema del tránsito, debería tomar alguna medida. Ahora van a votar una ley que no arregla nada, para variar, como toda solución. De cómo evitar la superexplotación de los choferes, nada. De cómo hacer rigurosos controles para que los tipos descansen el tiempo que deben descansar, nada. No, sale la Reina Cristina a decirles que son unos irresponsables. Más allá de que antes del choque haya sido un turrito-me-llevo-todo-por-delante, ahora el tipo (y le creo al abogado) debe estar hecho pelota, totalmente enajenado. Tendrá que aguantar los embates de la prensa y de todos quienes odiamos a los colectiveros. Y sale nada menos que la presidenta a castigarlo!!! No, señora, no; vaya y peléese con Bush, con Uribe, muy bien, la tengo acá en mi corazón; pero no se la agarre con este pobre boludo. Usted, señora mía, tiene que buscar las soluciones para esto, no hacer leña del árbol caído. Pero, como la quiero y la respeto, le voy a publicar acá una foto donde está muy linda, mostrando las piernas, acompañada del orangután venezolano.