viernes, 23 de mayo de 2008

El debut sexual de Nacho

En mi vida adolescente he hecho muchas cosas, entre ellas trabajar en una pizzería de la avenida Mitre, en Avellaneda. Era una esquina concurrida, tenía su kiosco de diarios, un lustrador de zapatos, un levantador de quiniela y por la noche algunas chicas que, discretamente, te hacían la vida más feliz. Entre los personajes que frecuentaban esa esquina estaba Nacho. Era un personaje raro. Quienes lo conocían de años decían que vivía en una calle cercana, en un lindo barrio, solo, entre la mugre. Hacía algunos años había muerto su madre –su única familia– que lo cuidaba como a un nene. Es que Nacho era eso, un nene. Detrás de ese tipo de más de 40 años había un nene de no más de 9 o 10 años. Hiciera frío o calor, Nacho andaba siempre de sobretodo, una camisa toda sucia y un pantalón. Por la mañana venía siempre con el pelo mojado, bien peinado, su mamá le había enseñado bien a hacer eso todas las mañanas. Pero claro, a Nacho no le gustaba bañarse. Le dábamos un café con leche con medialunas y se iba. Por supuesto, no se le cobraba; a veces le dábamos una escoba para que barriera la vereda o lo mandábamos a hacer algo, o a limpiar la cuadra donde se hacían las facturas y las masas. Sólo en esos casos se sacaba el sobretodo. Nunca andaba bien afeitado, fue el precursor de la famosa barba de dos días que después utilizaron otros personajes. Sólo estaba afeitado cuando iba a la peluquería, en donde le cortaban el pelo y lo afeitaban, todo gratis, claro. Con Nacho podías hacer las mismas bromas que hacés con un nene, le podías tocar el hombro y mirar para otro lado, entonces el se reía y te decía "fuiste vos!". No, Nacho, no ves que estoy ocupado haciendo otra cosa? "No, fuiste vos", decía.
Un día descubrí por qué Nacho usaba siempre sobretodo. Mejor dicho, no lo descubrí sino que me lo dijeron. Luego pude comprobar que era cierto. Después del desayuno y de darnos una mano con algunas cosas, Nacho se iba a las paradas de los colectivos, se paraba detrás de una linda señorita, metía la mano por el bolsillo agujereado del sobretodo y se mandaba soberana paja. No sabés la concentración que ponía Nacho en tal tarea, y el movimiento era imperceptible, no se pegaba a la mina, no la tocaba, ni se daban cuenta. Él se acomodaba, tiraba un poco la pelvis para adelante, metía la mano en el bolsillo y se la zarandeaba. En esos momentos era imposible que Nacho te reconociera, te saludara o algo. Yo a veces pasaba y le pegaba un cachetazo en la cabeza, entonces se sorprendía y te miraba con odio, como diciéndote: no ves que estoy ocupado? Pero luego se reía, porque Nacho no tenía maldad, no podía enojarse.
Cierta vez, en el horario de la noche, donde todo era más relajado, se les ocurrió hacerlo debutar. Nacho era un nene de 9 años en un cuerpo de un hombre de 45. La paja se la hacía por una necesidad biológica, pero no sentía aún –y no la sentiría nunca– que tenía que enamorarse o hacer el amor con alguien. Pero para estos pelandrunes de la noche, acostumbrados a que cuando cerraba el boliche hacían pasar a las chicas a tomar una cerveza, comer unas porciones de pizza y, si cabía, hacerse tirar la goma, poco les importó el deteriorado cerebro de Nacho. Consiguieron a una de las chicas, le dijeron que tenía que debutar y que lo calentara bien, porque si no él no se iba a animar. Primero lo tuvieron que limpiar un poco, lo bañaron, lo perfumaron, le pusieron una camisa limpia. Si cabe, habría que decir que Nacho era un lindo tipo, flaco, ojos verdes, pero la cara de pajero lo mataba. De todas formas, para él era todo un juego, no sabía en qué consistía eso de debutar. Hasta que se vio encerrado en el baño con esa mujer que se le tiraba encima. Según relatos de ella misma, Nacho no atinaba a hacer nada, ni siquiera a hacerse una paja, porque lo bueno de la paja era que la chica no tenía que darse cuenta, no participar de ella, eso ya no es paja. Entonces ella comenzó a franelearlo, a tocarlo, a insinuarse, a medida que notaba que él iba cambiando de actitud y se apoderaba de él algo que ella interpretó como calentura. Pero de pronto encontró su cuello entre las manos de él, que no le dejaban pasar el aire y se estaba ahogando. Propiamente la estaba estrangulando, diría la Chona. Con la última gota de aire, la chica logró gritar. Corrieron hacia el baño y pudieron sacárselo de encima. Ella salió corriendo espantada y nunca más pisó la pizzería, ni siquiera sé si le interesó cobrar sus servicios. Nacho siguió haciendo su vida, pajeándose en las paradas, detrás de alguna linda señora o señorita. Nunca supo qué pasó esa noche. Si vos le preguntabas, sólo se reía. Un psicólogo diría que, puesto en una situación para la que no estaba preparado, reaccionó como pudo, de manera violenta. No sé dónde esta Nacho ahora, seguramente debe haber muerto, virgen aún, como el nene que era.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Peralta: Son un puto, es la primera vez que te leemos y sos un puto de matto groso. Te vancamos.. seguie siendo tan puto. La mejor de las ondas y esta fue nuestra carta de presentacion. PUTO.
PD: Sos groso y seguilo siendo, no pares la lucha puto..... que todo lo consigue. pa puto

Anónimo dijo...

pendejos, vayan a la cama ya!! lacochasumá

Aguilucho dijo...

Excelente Peralta. Este es el tono de historias sórdidas que la gente aplaude de este blog: historias de barrio, de putas, de locos, de violencia y de muerte.
Esta ya me la había contado usted, pero siempre se agradece recordarla.
Le pido que comparta con el pueblo las historias con el gallo y la de Pascualito.

Anónimo dijo...

aplausos peralta.
admirador de barijho...o nachito.

El Doc 9 dijo...

La verdad Peralta, a sorprendido a mas de uno; en estos dias tambien fui victima por algun Apunte realizado; usted rompió el esquema que nos tenia acostumbrado; es bueno cambiar de tema; pobre Nacho; un par de caramelos no estaban en su frasco; de alli su reacción imagino, más en tiempo en que un viejo se coge a su hija por 40 años, aaa¡ y en Europa, donde son rubios, eh?, -para los forros que dicen que ellos no hacen nada, sólo los Negros- y nenes que matan nenitas, creo que su material fue oportuno. abrazo de gol

renegado dijo...

me trae recuerdos de t lauquen, y cuentos reales. De el viejo rostelló, estaba con la vieja en el patio y le dice, "a que voy por abajo del agua y agarro los flamencos". Imaginese, 200 mts de agua en época de inundación. Se zambulló, y le apareció a los flamencos por atrás, los agarró y no contó con levantar vuelo. Se lo llevaron al viejo y ya lo sacaban del partido cuando se avivó; pasó los flamencos de la derecha a la izquierda, comenzó a desplumarlos de a poco y a planear de vuelta al rancho.

Anónimo dijo...

Peralta, cuanto usted me contó esto alguna vez no paré de reírme por varios días. Y ahora, fíjese, terminé triste, muy triste. Es el tiempo, Peralta, supongo.

Aguilucho dijo...

es que este tipo de historias barriales son mejores contadas oralmente.
¿Para cuando un "peralta late night show" en youtube? lo ponemos a peralta con un reflector delante de una pared de ladrillos a contar estas cosas y lo filmamos.

Anónimo dijo...

Es una hermosa historia de amor... de un amor exagerado... y equivocado... el de su madre
de un amor fantaseado... ilusionado...
el de Nacho
y su amor por donde está pasando Peralta???

Ajenjo dijo...

Ea! excelente historia. Adhiero a la idea de aguilucho, y eso que no lo conozco.

slds
A

Anónimo dijo...

Gente, agradezco los comentarios de todos. Descarto youtube, escribo mucho mejor que lo que hablo. A sol le digo: no contesto preguntas indiscretas. Esto no es un consultorio sentimental. En este blog, el único amor pasa por Cristina Fernández, ya lo dije montones de veces. Ella es la única. Y la banco más que nunca.

Herbie dijo...

Peralta, si no vamos por el lado de la tele vayamos por el de la radio.

Anónimo dijo...

Peralta la culpa es suya usted tienta a ser indiscreto, si puteara más y se le diera menos por contar historias de amor... el estilo de este blog es otro!!
si usted mismo lo manosea... joderse!!!

Clandestina dijo...

Muy cruda, excelente historia. También me dejó con una tristeza rara.

Peralta, ud. sí q sabe contar más q en palabras. No nos prive de más, si?

Me encantaron las ideas de Aguilucho y de Herbie (yo lo haría en los dos formatos). Vamos Peralta, ¿no le dan ganas de probar desde otro lugar?

Abrazos

Anónimo dijo...

PERALTA QUE TE PUEDO DECIR ! A ESTA ALTURA TE CHORREA LA COLA DE LO PUTO QUE SOS. EXCELENTE BLOG UN CALIDO Y APUTAZADO ABRAZO