José María Contursi era un letrista bohemio, de esos que pululaban en el Buenos Aires del 30 y 40. Pero se enfermó y el médico le aconsejó –como se hacía en aquellos años– que se pasara una temporada en Córdoba. Tenía unos familiares en esa provincia y hacia allí partió Contursi. En esos meses que pasó en esa provincia conoció a Susana Gricel Viganó, una joven que se obnubiló con aquel bohemio que la enamoró.
Contursi correspondió ese amor mientras estuvo en Córdoba, pero cuando volvió a Buenos Aires regresó con su mujer y su hija, creyendo que de esta forma olvidaría a Gricel, que quedó sufriendo, allá en Capilla del Monte.
Nada más lejano, pues Katunga (así le decían a Contursi) jamás pudo olvidar a aquella dulce muchacha, y decidió inmortalizarla con sus versos. Varios tangos de la obra de Contursi tienen que ver con Gricel, dicen los que saben.
Gricel fue conocida muchos años, en Capilla del Monte, donde murió en los años '90, como "la chica del tango".
Pero antes de eso, Contursi enviudó y se entregó al alcohol, creyendo que así olvidaría a su querida Gricel, a quien creyó perdida para siempre. Ella, por amigos mutuos, se enteró de la viudez de Katunga y se vino a Buenos Aires. Vivieron juntos y Gricel cuidó a Contursi hasta el dia que murió. Después se volvió a Capilla del Monte. Como homenaje a ese amor, les dejo la letra y un video con la canción. Youtube no tiene al Polaco cantando Gricel, así que les dejo otro lindo videíto.
No debí pensar jamás
en lograr tu corazón,
y sin embargo te busqué
hasta que te encontré
y con mis besos te aturdí
sin importarme que eras buena.
tu ilusión fue de cristal:
se rompió cuando partí,
pues nunca, nunca más volví...
¡Qué amarga fue tu pena!
-No te olvides de mí,
de tu Gricel,
me dijiste al besar
el Cristo aquel;
y hoy que vivo enloquecido
porque no te olvidé,
ni te acuerdas de mí,
Gricel... ¡Gricel...!
Me faltó después tu voz
y el calor de tu mirar,
y como un loco te busqué,
pero ya nunca te encontré
y en otros besos me aturdí.
Mi vida toda fue un engaño...
¿Qué será, Gricel, de mí...?
Se cumplió la ley de Dios,
porque sus culpas ya pagó
quien te hizo tanto daño.