martes, 1 de julio de 2008
Los hombres no lloran
Muchos de nosotros hemos sido educados en que los hombres no lloran. Los hombres llorones somos mal vistos, en cambio las mujeres lloronas hasta despiertan cierta ternura. Mi viejo pertenecía a aquella escuela. No era Charles Bronson pero era duro, no era de emocionarse por cualquier cosa. Su estado natural era más bien serio, y cada tanto le gustaba cagarse de risa de algunas cosas, sobre todo de sus propias ironías. Cuando mi viejo me contaba historias que tenían que ver con su infancia y con su extrema pobreza, nunca lloraba, jamás se le llenaban los ojos de lágrimas. Me contaba, por ejemplo, que para poder comer, en aquel pueblito de Entre Ríos donde nació, tenía que salir a cazar o pescar. Y cuando esto no era posible, había que salir a robar, entendido esto como la distracción de algún pollo u oveja que anduviera extraviado y que él y sus hermanos le ayudaban a encontrar el camino hacia el estómago. Crecí con esa sensación, de que los hombres nunca lloran. Mi viejo se había hecho hombre con el peronismo, salió del campo, vino a la ciudad, se hizo obrero metalúrgico, gozó del inédito aguinaldo y de las –más inéditas aun– vacaciones. Se organizó sindicalmente, fue delegado, hizo huelga por el regreso del General, hasta salió en la tapa de la revista Así, con su mameluco de obrero de la General Electric. Por esos años algunos familiares de mi padre se ponían viejos, por ejemplo mi abuela. Tan vieja que se murió. Y mi viejo, ni una lágrima. Años después, una cuñada, joven, murió en un accidente. Mi viejo, ni una lágrima. Pero el 1 de julio del 74, mientras mirábamos por la televisión la despedida del Pocho, que para mí era un viejo que decía boludeces, se me ocurrió mirar a mi padre. Sorpresivamente, estaba con los ojos llenos de lágrimas. Le tengo que agradecer al General, lo que es la vida, que haya visto a mi viejo llorar. Lo que son las cosas.
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19 comentarios:
Muy lindo texto, te felicito.
Peralta, con todo respeto por su viejo: este tema es motivo de discusión muchas veces con amigos. ¡Cuánto es el daño que ha hecho el general!. Mire sino, lo hizo llorar a su padre. Yo tambien lloré, pero sé muy bien porqué: le estropeó la vida al renegado viejo, y fué la causa de la colonia perfecta que es nuestro país. Todas las posibilidades de hacer algo bueno, hermoso, lindo, pero, bueno, no podía ser de otra forma.
Renegado, respeto lo que decís y, es más, lo comparto. Pero bueno, así son las cosas, mi viejo era peronista, y tenía por qué; con eso siempre me cerraba el culo, qué quiere que le diga.
que loco. de repente senti que teniamos la misma historia, como si hubieramos crecido en la misma casa.
gracias por el relato, sencillo, real, conmovedor
un abrazo (peronista diria papá)
Con los 2 ultimos comentarios me parece que Peralta se esta enterneciendo...por lo menos se ve que tiene un corazon.
Vea, mi viejo no era peronista, ni yo lo soy. Sin embargo, su texto es muy bueno, y me recordó a mi viejo. Pero no se exponga así, que despues lo putean gratis.
slds
A
Claro, hacete un blog careta…
Peralte, quieo que conozco al Negro en referencia a este posteo que usted puso sobre el General, para mi, lo menos malo que nos paso políticamente en la historia:
http://eldoc9.blogspot.com/2008/04/el-negro-no-improvisaba.html
abrazo de gol
Amigo ajenjo, este blog está para putear, si yo puteo me banco que me puteen, aunque sean pelotudos. Es mejor que me putee, por ejemplo, usted, pero bueno, uno no elige quién lo putea.
entre tanto recuerdo barato de la muerte de perón, acá pude leer algo como la gente.
lo que cada vez entiendo menos es por qué usted es trosko.
Pero bueno, tendrá buen material con eso para hablar en el diván.
Disculpe peralta, pero no veía otra forma de llegar a Ud con estos rengloncitos, pensé que le gustarían hoy al verlos cuando repasaba los inicios del blog. Puteeme a gusto.
delirios persecutorios
Iba por la orillita del pavimento, en esa veredita, pensando pelotudeces, caminando contra mi voluntad, y de pronto un tesoro, una joya, una tapita de gaseosa, encima roja, el voleo la mandó 10 metros más o menos y obediente, se quedó en la línea de paso. No es cuestión que le diera otro efecto y se me vaya. Fiel la tapita. Así varias patadas de 10 metros?, no sé pero cada una era un gol de maradona en la final del mundial. Que placer, patear algo y poder seguir pateándolo, sin que se revele. De pronto, lo inesperado, la maldita tapa se fué con un efecto rebelde, quien se lo dio?, trazando una curva enorme y volviendo un poquito pero no lo suficiente para esquivar un neumático que la dejó moneda. Quien te mandó descarriarte? El paso resetado nunca se detuvo, y la amargura se transformó en alegría por el carozo, lindo reemplazo, parecía una guinda, pero maradona domina todo tipo de pelota. Después de varios barquinazos, el susodicho carozo quedaba en posición para soportar otro empeine. Siguió mucho más fiel que la tapita, después de todo es más natural y de sordo ruido.
La primera vez que que vi llorar a mi viejo fue en 1990 cuando se nos murió Diana, una perra que habíamos arrastrado por varias mudanzas. La atropelló un coche por la tarde y agonizó hasta la noche, y recuerdo que la teníamos en la cocina, abrigada con una frazada.
La cosa es que de pronto se quedó muy quieta (no se qué es, pero uno se da cuenta cuando algo deja de vivir) y siento como un crujido, un ruido rarísimo, escalofriante: era mi viejo que se largaba allorar, desconsolado.
Interesante argumento, quizá sólo a través de una pocas líneas, los blogers enmpezamos a redescubrinos y exponernos, sólo así empezaremos a generar opiniones limpias.
Buen blog, saludo.
Es la primera vez que leo tu blog. Me gustó mucho.
De qué pueblo es tu papá?
Por ahí somos paisanos..
Beso,
Ufa, Peralta. Me muero por saber qué decía el comentario suprimido.
Peralta y la puta que lo parió!!!
vea, no es que a uno le guste insultar sin conocer, y a usted no lo conozco. Pero tómelo como un: Ave maría purísima!!!
Es la primera vez que entro al blogg.
Me invitó un renegado.
saludo Peralta.
Sin pecado concebido...Este blog da para todo...
Amigo arquero sin manos, sería incapaz de suprimir un comentario. Yo no lo hice, es más, también me muero por saber qué decía.
Cande, no le voy a dar mayores datos, pero el pueblo queda cerca de Santa Elena.
Tesseus, bienvenido. Acá va a encontrar libertad para decir lo que quiera, viejo, y si no váyase a la concha de su madre, antes de que se la ocupe cualquier tarado.
Deb, deb? Deb!!
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