Conforme mi contradictoria y nueva orientación política, me voy a visitar Uruguay. Y, para no toparme con los forajidos que están cortando el puente, me voy en Buquebús, qué joder. No puedo negar que me siento un carnero, y no me voy a justificar. No me lleva hacia allí la hermosa playa de La Paloma, La Pedrera, Punta del Diablo o Piriápolis, ni siquiera la honda hippona y roñosa de Valizas o Cabo Polonio. Tampoco me pega la onda histórica de Colonia. Me lleva hacia allá nada menos que el Carnaval de Montevideo, una de las expresiones culturales más hermosas del Río de la Plata, incluso superior al tango. El carnaval de Montevideo es uno de los más largos del mundo, empieza en los últimos meses del año anterior, con las ruedas de clasificación de murgas, sigue en enero, y los primeros días de febrero se larga con el desfile inaugural por la 18 de Julio. Para esa fecha comienza la competencia oficial en el Teatro de Verano del Parque Rodó. Compiten cuatro categorías: Murgas (la más popular), Comparsas de negros lubolos (candombe puro, milongón, lindas mulatas, etcétera), Humoristas, Parodistas y Revista. Estoy tentado de explicar acá en qué consiste cada categoría, pero quizá algún visitante uruguayo tome la posta. Para mediados de febrero se realizan las llamadas, la fiesta negra de los barrios Sur y Palermo. Este desfile está destinado únicamente a las comparsas de negros lubolos. Es lo más llamativo, por el baile y por la belleza de las mulatas. Son los sectores más pobres representados en ese baile. El ambiente es un poco más pesadito. Comparados con cualquier bailanta del Gran Buenos Aires, nenes de pecho, mire. En fin, les dejo para ilustrar este post el saludo de Curtidores de Hongos (mi murga favorita desde 1993) del año 2007. Si mal no recuerdo, pelearon el primer puesto y quedaron finalmente segundos, detrás de los Asaltantes con Patente. Lo que hay acá es la primera parte, nada más. El acto de la murga, que dura unos 45 minutos, consta de tres partes: saludo, cuplé (sketch cómico y cantado) y retirada. Pero bueno, alla voy, a carnerear a Uruguay. Acepto puteadas, pero sólo cuando vuelva.
10 comentarios:
Que disfrute Peralta! Supongo que entre comparsa y comparsa sabrá perfectamente como ahuyentar el peso de su conciencia carnera...
Los carnavales porteños no tenían mucho que envidiar a sus similares en el Río de la Plata o en cualquier lugar del planeta. Si no fuera por las dictaduras y democraduras habríamos conservado algo de esas fiestas populares.
En estos pagos los carnavales nacieron en las barriadas negras: La Boca, San Telmo, Barracas, Barracas al Sur (hoy Avellaneda). Un origen no muy distinto al de nuestros hermanos uruguayos. En principio fueron fiestas donde se les permitía ciertas licencias que en otro momento del año eran penadas severamente, por ejemplo el hecho de parodiar a sus patrones, de ahí el origen de la levita y la galera; también las canciones donde se utilizaba el humor como vehículo para leves denuncias o reclamos. Luego lentamente fueron asimiladas por algunos sectores de la sociedad, sobretodo los más humildes.
No descubro nada al decir que estas fiestas se emparentaron musicalmente con el candombe y la milonga (no la surera), pero a mi parecer nada tienen que ver entre sí con el tango, más allá de que hayan coincidido en tiempo y espacio. Aunque los carnavales y el candombe son mucho más antiguos que el tango.
En este momento no hay puteadas para usted Peralta, pero si las habría para aquellos legos que intenten convencer de que los "corsos" capitalinos tienen algo que ver con el carnaval, éstos no son mas que una triste parodia de los otrora carnavales porteños. Mucha de esa magia, que aún sigue viva en Uruguay, aquí se la llevó la fiebre amarilla y las dictaduras militares con sus permanentes socios en "conserva", habría que decirles así ya que eso es lo que pasa, siempre hay alguno conservado para generaciones futuras.
Primer anónimo, brillante aporte, coincido plenamente. Gracias
Los viejos carnavales? Cuantoa años tienen?
Disfruta del carnaval uruguayo Peralta pro no jodas con los carnavales porteños porque son una lágrima
Peralta es un tipo grande. Cerca de 60 debe tener, pero parece más.
No puedo putearte porque estás en mi casa. Es verdad que nunca te llevé al carnaval porque a mí no me gusta el carnaval y ni me entero, salvo por los tres días de licencia lindos para rajarse a la playa.
Para el que habló del carnaval de los barrios negros: no le toca a la murga, el origen de la murga no es afro, no sé nada, pero tengo entendido que la murga tiene un origen español.
Capaz que en buenos aires nunca vieron murgas, yo no vi.
Me gustaría ver a peralta trepado al escenario del parque rodó cantando un cuplé y dando pasitos.
Te aplaudo, peralta.
la murga es española, el carnaval era aprovechado por los negros para joder imitar y cargar a los patrones. en brasil es básicamente así aunque ahora es una mezcla de lavado de dinero y propaganda de cerveza el carnaval brasileiro, tanto en rio como en bahia. enel interior de minas gerais aún queda algo menos comercial. ahora me pregunto? de qué se ríen?
Anonimo. Yo no hablé de las murgas, tuve mucho cuidado en no mencionarlas ya que no tengo conocimiento de cómo se originaron, yo hablé de los carnavales y al emparentarlos con su similar uruguayo fue solo una suposición ya que no creo que haya sido muy distinto el proceso, pero no es este el medio para debatir sobre eso.
Los curtidores son lo más grande que hay. ¿Todavía canta allí el gran Pinocho Routín?
No sé. El domingo te digo, pues de no mediar imponderables tipo que se inunde Montevideo, el sábado voy a estar en el teatro de verano haciendo fuerza por los Curtidores.
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